Henri de Toulouse-Lautrec: el artista de los burdeles, el cancán y la bohemia | MÁS LITERATURA

 

Toulouse Lautrec

Burdeles, cancán y bohemia son algunos de los temas por los que es recordado Henri de Toulouse-Lautrec-Monfa, uno de los artistas más importantes de la Bélle Époque parisina.  

Aunque se piense que su vida estuvo llena de momentos memorables, la realidad fue otra, pues nada fue común desde su nacimiento: sus padres eran primos y aristócratas, una combinación no favorable para una sociedad regida por las supuestas buenas costumbres.

Entre buenos modales, excelente educación y grandes actividades físicas fue desarrollando su vida el joven Toulouse hasta que sufrió dos accidentes que le dañaron los fémures de ambas piernas, ocasionando que no creciera más allá de un metro y medio.

La aristocracia veía raro a un joven que de pronto su torso era más grande que su parte inferior del cuerpo. Este tipo de rechazo generó que Toulouse decidiera refugiarse en su soledad y comenzar a dibujar a través de las enseñanzas de su profesor René Princeteau, quien también era rechazado por la burguesía debido a que era sordomudo.

Su empatía por los excluidos hizo que Toulouse decidiera ir a vivir a Montmartre, lugar en donde los centros nocturnos, los circos, los músicos y el entrenamiento eran la principal fuente de alimento para su trabajo y también para su bolsillo.

Un dato que resalta durante su estancia en Montmartre es que Toulouse Lautrec conoció a Vincent Van Gogh, en el año 1886. Este encuentro generó tanta simpatía entre los artistas, que el artista francés realizó un retrato del pintor neerlandés un año después.

En Montmartre, Toulouse realizó carteles y pinturas bastante caricaturescas, grotescas y que se burlaban de la sociedad. Las personas se escandalizaban al ver su arte en las paredes o pegadas en los postes. A Henri no le importaba lo que pensara la gente, a él sólo le interesaba seguir creando y divirtiéndose. No obstante, después de una larga racha de excesos, Toulouse fue internado en una clínica de rehabilitación, en 1899.

Al respecto, Renata Negri declara lo siguiente: “el abuso del alcohol amenaza su salud y en 1899 su madre lo hace internar en una clínica de Neuilly donde pasa tres meses muy tristes ‘Yo estoy enfermo, le escribe desesperado a su padre, y todo el que está enfermo muere’. Para demostrar a los médicos que se ha curado, pinta de memoria una serie de escenas inspiradas en el circo y finalmente logra la libertad”.

Después se su rehabilitación, Toulouse Lautrec salió supuestamente recuperado, porque el artista ya no trabajó con el mismo ímpetu de antes, esto se puede ver en su cuadro Un examen en la facultad de medicina que realizó en 1901 y en el cual indicaba un estilo más serio y nuevo en su carrera. Según Neri, el cuadro “podría indicar el comienzo de una nueva fase en la pintura de Lautrec por las pesadas masas de color, que sustituyen el valor gráfico de los contornos”. Sin embargo, en ese mismo año, el pintor sufrió un derrame cerebral que lo dejó con medio cuerpo paralizado, esto más la sífilis, fueron las causas de su muerte.


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