Gustav Klimt en pinturas | MÁS LITERATURA

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Gustav Klimt (1862 - 1918) es considerado uno de los pintores austriacos más importantes de finales del siglo XIX e inicios del XX. Su obra es difícil de etiquetarla, porque algunas de sus piezas pueden considerarse simbolistas, expresionistas, vanguardistas o modernistas.

Klimt pintó lienzos muy importantes, como El beso y Muerte y vida, cuadros en donde el artista muestra imágenes cargadas de símbolos que hacen reflexionar a cualquier persona sobre los elementos más básicos de la existencia humana, por ejemplo, el erotismo, el amor y la finalidad de la vida.

El Beso Gustav Klimt
El Beso, de Gustav Klimt. 


Sin embargo, Gustav Klimt también es recordado por sus murales, principalmente por Friso de Beethoven. En esta obra se encuentra una alegoría compuesta de diversos elementos que, en su conjunto, pueden significar la ambivalencia humana. Es decir, Klimt muestra una historia de la humanidad en la que sufren las personas, pero también disfrutan de todo lo que han creado.

Friso de Beethoven
Friso de Beethoven, de Gustav Klimt. 


Aunque en el siglo XXI sus obras son consideradas como grandes innovaciones artísticas, en su época no fue así, debido a que Klimt fue acusado en diversas ocasiones como un pintor “pornográfico”. Por ejemplo, cuando fundó la Secesión vienesa, tuvo un encargo para decorar el techo de la Universidad de Viena. El artista pintó tres distintas obras: Filosofía, Medicina y Jurisprudencia. En estas pinturas se observa la esencia humana de dichas ramas del conocimiento, proponiendo temas universales que buscan mostrar el avance histórico del pensamiento. Además, para que las obras tuvieran un estilo propio, agregó un poco de erotismo a los pasajes y les entregó un color único que permite contrastar la naturaleza frente al humano.

Lamentablemente, después de que personalidades, políticos y ciudadanos vieron las obras de Klimt, se generaron muchas críticas sobre Filosofía, Medicina y Jurisprudencia. En consecuencia, tras esta polémica, los académicos decidieron no colocar las pinturas en la Universidad de Viena. Esto generó indignación en Klimt y, desde ese momento, no volvió a aceptar encargos.

No obstante, la triste historia de estas obras no termina ahí, porque al finalizar la Segunda Guerra Mundial, las tropas de la SS destruyeron estas pinturas, debido a que el nazismo estaba en contra de todo tipo de arte que no cumpliera los cánones académicos. Afortunadamente, gracias a los registros históricos y la Inteligencia Artificial, hoy podemos saber cómo eran dichas obras.

Filosofía, Medicina y Jurisprudencia
Filosofía, Jurisprudencia, Medicina, por Gustav Klimt. 


Luego de toda la polémica que el arte de Klimt causó en la sociedad vienesa, Gustav decidió crear Nuda Veritas, una pintura en donde lanza un ataque directo contra los críticos conservadores, pues rompe con todas las convenciones académicas y estéticas que se proponían a finales del siglo XIX. En este sentido, colocó a una mujer con un desnudo frontal y, en la parte superior, escribió una cita de Schiller en la que deja en claro que el arte no necesariamente debe tener elementos agradables y complacientes para toda la audiencia, sino también disruptivos:

Si no puedes agradar a todos con tus méritos y tu arte, agrada a pocos. Agradar a muchos es malo.

Schiller


Nudas Veritas
Nuda Veritas, de Gustav Klimt.


Los desnudos en el arte de Gustav Klimt son muy importantes, porque es un acto de rebelión contra los estándares canónicos que debía cumplir en el arte modernista. Es indispensable recordar que los artistas modernistas buscaban elogiar los avances científicos e industriales del siglo XIX e inicios del XX. En este sentido, el cuerpo humano debía tener tintes idealizados y perfectos, porque el avance científico le permitía a la humanidad una mejora en sus vidas. No obstante, esto fue criticado por Charles Baudelaire, quien utilizaba la palabra spleen para designar y mostrar, a través de su obra, los diversos cambios sociales, tecnológicos y económicos que afectaban en lo psicológico a la sociedad francesa del siglo XIX.

Por tanto, cuando Klimt dibujó y pintó cuerpos desnudos, se oponía a la idea modernista del progreso, porque mostraba al humano como un ser imperfecto inmerso en una sociedad que buscaba olvidar los aspectos sentimentales y espirituales, y así cambiarlos por los avances tecnológicos y científicos.

«Así que tienen razón parcial quienes afirman que la figura humana casi desaparece del Modernismo Plástico, aunque es igualmente cierta su no desaparición, sino al tratamiento al que se la somete… Un cuerpo humano desnudo es impensable en el Modernismo, eso es todo.»

Victoriano Polo García

Una de las pinturas que representa esta lucha contra el Modernismo, es Danae. En esta obra se representa el erotismo, la fertilidad y el amor divino que existe en el la historia del arte, principalmente, en la mitología griega. Esto se debe a que Danae fue prisionera en una torre de bronce, pero Zeus se enamoró de ella y, en consecuencia, la visitó como lluvia de oro. Por tal motivo, la sexualidad de Danae generó controversia, ya que el torrente que sale entre sus piernas, es un símbolo de Zeus y del goce sexual femenino.

Danae Gustav Klimt
Danae, por Gustav Klimt.


Los desnudos no sólo fueron una parte importante en la obra de Klimt, sino también en la de Egon Schiele, quien fue su alumno y aprendió la técnica de su maestro. Sin embargo, Schiele prefirió encontrar su propio estilo, decantándose por el expresionismo. Esta amistad fue tan grande que, cuando Egon se encontraba en problemas, Klimt lo ayudaba y le proporcionaba oportunidades para continuar pintando y, también, para continuar vendiendo sus obras a los acaudalados de Viena.

La fama de Klimt en Europa era muy grande. Por este motivo, pudo crear una “etapa dorada” en su pintura, pues incluyó oro dentro de las decoraciones de sus cuadros. Las obras más famosas durante esta etapa fueron El Beso, El Cumplimiento, La Expectación y el Retrato de Adele Bloch-Bauer I. En cada una de estas pinturas se observa su influencia del arte japonés, pues las líneas, los bordes y las caras de las personas que aparecen en sus cuadros, en ocasiones, poseen rasgos orientales.

Retrato de Adele Bloch-Bauer I, por Gustav Klimt.
Retrato de Adele Bloch-Bauer I, por Gustav Klimt. 

Asimismo, con estos cuadros, Gustav muestra la extravagancia y el narcicismo de la burguesía austriaca, porque buscaban dejar su rastro en la historia del arte, por medio de los retratos. Lamentablemente, esto no duraría por siempre, porque cuando explota la Segunda Guerra Mundial, los nazis comenzaron a destruir obras que eran consideradas perversas para la sociedad. Así, gran parte de los cuadros de Klimt, fueron desaparecidos, escondidos y destruidos. Afortunadamente, el pintor austriaco no presenció estos eventos, debido a que murió en 1918.

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